Teatro María Guerrero; Sala Princesa. Se puede ver hasta el 25 de Noviembre.
Desafía la lógica del espacio-tiempo y nos sumerge en el pasado sin perder el presente. Un viaje al recuerdo, sin nostalgia, donde el espectador tendrá la sensación de haberse colado en los entresijos de la cocción creativa. El bar del teatro.
La obra creada para celebrar el cuarenta aniversario del Centro Dramático Nacional, con un texto de José Ramón Fernández, el cual nos permite mirar a modo de “voyeurs” por la mirilla de lo que ocurre fuera de escena debajo de la “arena”. El punto de encuentros y desencuentros; el bar del teatro. Ahí es donde suceden cosas extraordinarias que se plasman en el escenario, pero que, sin embargo, el espectador se pierde una esencia. Pues bien, eso es lo que verán aquí. Mundos parelelos, entre la realidad y la ficción, la mezcla de los actores con sus personajes a modo pirandéllico, donde la línea que separa lo real y lo irreal se desdibuja.
La obra es como si nos hubieramos metido en un agujero del tiempo desdoblando y desafiando al presente. Entre acto y acto el bar era visitado por los actores vestidos aún con sus ropas del personaje al que interpretaban. Sucedía entonces la magia, ¿dónde terminaba el personaje y comenzaba el actor? Hamlet, doña Rosita, Max Estrella, Filomena, el acomodador de la sala, entre otros, tomando copas en el bar del teatro. Entre copas y tapas tentempié discutían, debatían, ensayaban los textos intercambiando impresiones. Y es la vida que se entremezcla con el teatro, y es el teatro que se entremezcla con la vida. ¡Qué lujo poder estar ahí siendo testigos! El bar era un refugio secreto donde el talento y los debates culturales eran un hábito practicado hasta altas horas de la madrugada.
El texto nos invita a pensar que esa época tal cual ya no existe, pero el cambio no es malo. Todo está en continua mutación, las redes sociales, los teléfonos inteligentes, la inmediatez socio-cultural, la rapidez con lo que ocurre todo. La verdad del reloj con sus segundos, sus minutos, que pasaban lentamente, se han acelerado hoy día. La fugacidad de la vida que ocurre en las pantallas. Lo que hace que recordemos esos tiempos de contacto vital con cierta nostalgia no pretendida pero sí evocada. El propio José Ramón Fernández conoció el bar en esa era: “-…el camino secreto que comunicaba el bar con el escenario lo recorrí bastantes veces…. La mayoría de historias que se cuentan están sacadas de conferencias, mesas redondas, coloquios, entrevistas, artículos etc me gustaría compartir la lectura de cinco libros que me han ayudado mucho; la estupenda crónica del café Gijón que escribió Marcos Ordoñez y los libros de memorias de Nuria Espert, Adolfo Marsillach, Manuel de Blas y Fernando Chinarro.”
A la dirección de escena Ernesto Caballero, también director del CDN desde enero de 2012. El trabajo de Ernesto Caballero responde a ciertas claves reticentes en su producción dramática; la temática social, la búsqueda de límites entre lo real y lo teatral, una inmersión a la metateatralidad. Pero lo que no cabe lugar a dudas es que es un merecido homenaje y una reivindicación de no usurpación de silla, si no que, cada uno (del antes y del ahora) tiene su sitio y su época. Los que estuvieron y no están siguen presentes en sus creaciones dramáticas y los que se incorporan lo hacen por sí mismos sin relevos. -“Creo que en general somos muy dados a hacer borrón y cuenta nueva, a olvidar a los que nos han precedido, cuando en buena medida somos el resultado de ellos-” Ernesto Caballero.
LAS ACTRICES Y ACTORES.
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño.¡Que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son!
Calderón de la Barca.
El teatro es soñar, es vida, es ilusión y muchas cosas más. Los trece actores en escena interpretan varios personajes de ficción y reales. Lo curioso es que de entre los “reales” para ellos también son en parte, ficción. Interpretan al mismo tiempo al personaje y al actor que lo interpretó. Ya estamos en el fondo del oceano y aguantamos las respiración. El público está ahí presente en el pasado, en el mismo bar que era y es hoy la Sala Princesa del teatro María Guerrero.
- Jorge Basanta
- Isabel Dimas
- Luis Flor
- Carmen Gutiérrez
- Ione Irazábal
- Daniel Moreno
- Julián Ortega
- Francisco Pacheco
- Raquel Salamanca
- Juan Carlos Talavera
- Janfri Topera
- Maribel Vitar
- Pepe Viyuela
EQUIPO ARTÍSTICO
- Escenografía; Mónica Boromello
- Iluminación; Tomás Muñoz
- Vestuario; Juan Sebastián Dominguez
- Música y espacio sonoro; Luis Miguel Cobo
- Ayudante de dirección; Nanda Abella
- Ayudante de iluminación; Cristina Martín
- Ayudante de vestuario; Javier Jaén
- Fotos; marcosGpunto.