La ópera de Marc-Antoine Charpentier, que se presentará por primera vez en el Teatro Real, se ofrecerá en una versión semiescenificada concebida por Marie Lambert le Bihan especialmente para su escenario. La dirección musical será de William Christie, al frente del Coro y Orquesta de Les Arts Florissants y un reparto coral con Véronique Gens (Médée), Reinoud van Mechelen (Jason), Cyril Costanzo (Créon), Ana Vieira Leite (Créuse), Marc Mauillon (Oronte), Emmanuelle de Negri (Nérine), Élodie Fonnard (Cléone), Lisandro Abadie (Arcas), Lucía Martín-Cartón (El Amor), en los principales papeles.
Medea es una tragedia lírica, un género de ópera francesa que combina elementos de la tragedia clásica con la música y el ballet. Aunque fue bien recibida en su tiempo, Medea no alcanzó la misma fama duradera que otras obras de Charpentier. Sin embargo, ha sido redescubierta y apreciada en tiempos modernos por su riqueza musical y dramática. La trama de Medea sigue el mismo hilo narrativo básico del mito de Medea, centrado en los eventos que ocurren después de que Jasón abandona a Medea para casarse con Creúsa (Glauce en algunas versiones), la hija del rey Creonte. La Medea de Cherubini, en cambio, se inscribe en el período clásico tardío y muestra una transición hacia el romanticismo, con una mayor intensidad emocional y dramatismo. La música de Charpentier es rica en ornamentación barroca y en la utilización del coro y el ballet. Cherubini, por otro lado, ofrece una partitura más austera pero igualmente poderosa, con una orquestación que realza el drama psicológico de los personajes. La Medea de Charpentier fue apreciada en su tiempo pero cayó en relativo olvido hasta su redescubrimiento moderno. La Medea de Cherubini ha ganado reconocimiento continuo y es apreciada por su innovación y profundidad emocional.
Medea, estrenada en 1693 en la Ópera de París, es la única tragedia lírica de Marc-Antoine Charpentier. El libreto, de Thomas Corneille (1625-1709) -hermano del célebre escritor Pierre Corneille, también dramaturgo y poeta-, parte del mito griego centrándose en el alma atormentada de la protagonista, en la complejidad de su personalidad y en las tremendas vicisitudes de su vida hasta el descorazonador desenlace, en un impresionante tercer acto, cuando las heridas, las humillaciones y el dolor de Medea la llevan a la venganza cegadora y al infanticidio. La música utiliza todos los efectos expresivos de la época para sobreponerse a los cánones formales de la tragédie lyrique con la que Jean-Baptiste Lully triunfaba entonces en la Francia de Luis IV y Molière. Los matices y sutilezas de su escritura, de gran eficacia dramatúrgica, conceden profundidad a los personajes, logrando mantener una continuada tensión en la evolución de la protagonista, pese a la fragmentación de la estructura operística del barroco. La versión de Medea que se verá en el Real nos llegará a través de los mejores artistas para representarla, ya que fue el gran director, musicólogo y clavecinista William Christie quien redescubrió, interpretó y grabó la partitura en 1984, junto a sus fantásticos ensamblesinstrumental y vocal Les Arts Florissants. Desde entonces la obra es parte del acervo musical de este grupo, que volvió a grabarla en 1995 y que acaba de presentarla, con mucho éxito, en la Ópera de París, con gran parte de los solistas que interpretarán la ópera en Madrid.
Mito de Medea en la Mitología Griega; El mito de Medea es una de las historias más intensas y trágicas de la mitología griega, y ha sido fuente de inspiración para numerosos autores y compositores. Es una hechicera y princesa de Colchis, hija del rey Eetes y sobrina de la hechicera Circe. Conocida por su gran habilidad en la magia, ayuda a Jasón a obtener el Vellocino de Oro. Medea se enamora de Jasón y, traicionando a su propia familia, lo ayuda en su misión. Juntos, huyen y enfrentan varias aventuras. Jasón y Medea se establecen en Corinto, pero Jasón abandona a Medea por Glauce, la hija del rey Creonte. Enfurecida, Medea asesina a Glauce con un vestido envenenado y mata a sus propios hijos antes de escapar. Así pues, Medea es un arquetipo de la tragedia clásica, explorando temas como el amor, la traición y la venganza. Medea se convierte en un símbolo de la mujer traicionada que recurre a medidas extremas en su sufrimiento, mostrando el poder destructivo de la pasión descontrolada. Ambas óperas, la de Charpentier y la de Cherubini, capturan esta tragedia desde perspectivas musicales y estilísticas diferentes, ofreciendo una rica interpretación del mito griego que ha perdurado a lo largo de los siglos.
En el Real, Medea se ofrecerá en una versión semi escenificada concebida por Marie Lambert le Bihan, responsable de la dirección de escena de Eden, el espectáculo protagonizado por Joyce DiDonato, junto a Il Pomo d’Oro, presentado en la pasada temporada. Con recursos teatrales y lumínicos muy certeros, Marie Lambert deja que las acciones dramáticas vayan manchando el escenario como huellas indelebles, en una propuesta visual que explora la intensidad de los planos, las perspectivas y los volúmenes que crean los cuerpos, en un muy sugerente juego de luces y sombras. Véronique Gens, que el año pasado protagonizó Medea en el Teatro de los Campos Elíseos y en la grabación producida por Alpha Classics y Le Concert Spirituel, vuelve al Teatro Real con uno de sus grandes personajes del repertorio barroco francés. Estará secundada por Reinoud van Mechelen (Jason), Cyril Costanzo (Créon), Ana Vieira Leite (Créuse), Marc Mauillon (Oronte), Emmanuelle de Negri (Nérine), Élodie Fonnard (Cléone), Lisandro Abadie (Arcas) y Lucía Martín-Cartón (El Amor), en los principales papeles.
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