Hasta el 25 de noviembre en el Teatro María Guerrero se representa “Luces de Bohemia” un clásico de nuestra literatura, en la dirección de Alfredo Sanzol, también director de “La Ternura” en representación también en Madrid.
La belleza de Luces de Bohemia es la lucha por la dignidad, por edificar una obra a partir del desastre, de la descomposición, de la hipocresía, de la miseria, de lo precario. Luces es una creación que se levanta digna y entera, que no se rinde ni se resigna, que no se duerme. Es una obra que da testimonio, que acepta los límites y los usa para transcenderlos. No adula. Ni castiga. Es empática y es sarcástica. Es humor violento y tierno. La acción de Luces es el intento agónico de salvar la dignidad de sus personajes. De dar forma a un desastre informe, de ordenar con la risa un caos pedante y autoritario, miserable de dineros, de valores y de visiones. Luces nos ayuda a ver la forma que tienen los pesos que nos siguen hundiendo. Apunta hacia la vergüenza y la transforma en un logro literario, artístico, teatral. A la realidad de Luces nos gustaría ponerle encima la tela del olvido, pero Valle la levanta para convertirla en telón: Qué comience el espectáculo.
Alfredo Sanzol
Valle Inclán crea a Max Estrella basándose en un poeta llamado Alejandro Sawa, escritor de finales del XIX principios del XX nacido en Sevilla y fallecido en Madrid. El actor Juan Codina se mete en la piel del malaventurado poeta Max Estrella, Mala Estrella. Según el director Sanzol; “Codina es algo mayor de lo que el propio Sawa era cuando éste murió pero sin duda es el mejor Max Estrella que he encontrado“. A Juan le acompañan en escena 15 actrices y actores que representa varios personajes. Con música en directo se va contando la historia, la música ayuda, no cabe duda a introducirse al mundo de la bohemia del Madrid de principios del siglo XX. El piano suena en la taberna, el café, acompaña la vez quebrada de Don Latino y Max Estrella caminando por las calles de Madrid.
El texto de Valle-Inclán está íntegro en la obra, resolviendo las acotaciones cuasi al pie de la letra, con la difilcultad que supone, pues el texto tiene numerosas acotaciones explicativas de la plástica de los actores. Sanzol considera fundamental respetar dicha plástica, que cuenta parte de la historia y del esperpento. El Esperpento es grotesco, pero además es humor, el humor pretende quitarle hierro al dolor y a lo sórdido de la miseria y el hambre. La risa actúa de atenuante de la cercanía de la muerte, la desaparición del cuerpo tal y como lo siente Max, ciego intermitente. El propio Valle-Inclán reconoció a Goya como el creador del esperpento, en sus cuadros negros, lo inhumano, el monstruo de la desesperación sin tregua.
Alfredo Sanzol, trata a los personajes con respeto, crueldad y con ternura. Los claro oscuros del alma, donde uno es diablo y ángel a la vez. Lo cual no les quita su significado, lo que les define como esperpénticos y miserables, que viene a ser casi lo mismo. Los contrastes del claro oscuro, las luces con sus sombras, pues no existen unas sin las otras, nos acompañan durante toda la obra. Caminando entre espejos que reflejan la realidad, a veces distorsionada, sumergidos ya totalmente en ese Madrid frío de noche, decae el espíruto de lucha poco a poco va disolviéndose a polvo, sin abandonar nunca la bohemia. Las amistades basadas en el futuro inexistente y el presente tan intangible como efímero, se charla en la taberna o en el café, de poesía y sueños, riéndose del cruel destino de uno mismo.
Eso es Luces de Bohemia, cada escena tiene una trama en sí misma. Dado que fue publicada en su origen separada en un periódico de la época, cada escena deja abierto un argumento para la siguiente entrega/escena. Sanzol parte desde un kilómetro cero en cada creación, la sensación de vacío que te provoca da vértigo pero es desde ahí donde hay que comenzar a trabajar.
Ficha Artística
Texto Ramón María del Valle-Inclán
Dirección Alfredo Sanzol
Con Chema Adeva, Jorge Bedoya, Josean Bengoetxea, Juan Codina, Paloma Córdoba, Lourdes García, Paula Iwasaki, Jorge Kent, Ascen López, Jesús Noguero, Paco Ochoa, Natalie Pinot, Gon Ramos, Ángel Ruiz, Kevin de la Rosa y Guillermo Serrano
Producción Centro Dramático Nacional
Equipo artístico
Escenografía y vestuario: Alejandro Andújar
Iluminación: Pedro Yagüe
Música y espacio sonoro: Fernando Velázquez
Caracterización: Chema Noci
Ayudante de dirección: Beatriz Jaén
Ayudante de escenografía: Liza Bassi
Ayudante de iluminación: Enrique Chueca Peña
Ayudante vestuario: Carmen Mancebo
Diseño de cartel: Javier Jaén
Fotos : marcosGpunto