Desde una serie de polémicos artículos/cuentos publicados en la revista Esquire; Mojave (1975), La Côte Basque éste último en 1965 se genera un revuelo entre la élite neoyorquina, especialmente entre sus damas. La publicidad está ya pagada. El morbo que genera en la sociedad norteamericana del momento conocer qué es lo que tiene que contar L’enfant terrible de Capote, hace a sus editores juntarlos en un tomo. El libro que se publica como un todo en el año 1986 en España, un años antes en Estados Unidos. Su primera edición prácticamente con éxito de venta garantizada, pues ya los lectores habían leído sus artículos. Además el libro añade una introducción del editor Joseph M. Fox que no deja indiferente, también otro capítulo llamado Monstruos Perfectos.
En la actualidad de 2024 vuelve a ser noticia, pues los grandes escándalos nunca mueren, con la serie recién estrenada Capote vs The Swans (Capote vs Los Cisnes), y con una constelación de estrellas en su reparto. A todo este fenómeno de la serie añadimos también la larga cola que ha traído el tema para inspiración de otros escritores y creadores de historias, que sin duda, se han basado en el gran Truman Capote. Pero de momento nos centramos en el libro. Una cosa que no se puede negar es que Capote no fuera claro con lo que él sentía que era. “Soy alcohólico soy drogadicto”, solía decir. Y tampoco negó nunca su homosexualidad. Un escritor ante todo es eso, escritor, se inspira en su vida y en la de los otros, esto él nunca lo ha escondido o siquiera disimulado, cuando asistía a yates privados y fiestas. Podríamos decir que Capote era sobre todo un provocador pero necesario, el no negar su homosexualidad era tanto menos que valiente. Estamos hablando de los años 50 en Estados Unidos, donde hablar de tu propia sexualidad era algo escandaloso especialmente si no se ajustaba a los valores tradicionales y conservadores. Truman Capote tenía bastante claro quién era, y no estaba por la labor de disculparse, aunque lo hizo en los platos de televisión en sus numerosas entrevistas, de las que ya era asiduo. Los que quizá no lo tenían tan claro eran sus “amistades” de la alta sociedad neoyorquina. Estas personas tenían a Capote como un bufón que las entretenía en sus fiestas donde les encantaba mezclar una serie de gente tan variopinta como les fuera posible. Pero Capote ante todo era escritor, y como cualquier escritor, más o menos explícito, que aproveche las circunstancias que le rodean, las hace parte de su vida y de su imaginario a la hora de ponerse manos a la obra. No se puede uno evadir del oficio como se puede imaginar, de lo que hemos vivido en primera persona, y quizá esto es lo que precisamente ha hecho de la escritura de Truman Capote algo con tanta pasión y tanta fuerza. Estaba involucrado, escribía con las entrañas, con el corazón, con toda la verdad que le era posible dentro de cierta ficción. La verdad, decía Capote, es ficción y ésta tiene algo de verdad. Eso es lo interesante al comenzar a leer cualquier obra el autor estadounidense. En sus libros hay mucho de verdad y también son ficción.
En la novela que nos ocupa, Plegarias Atendidas, nos cuenta en partes separadas un todo, parte de su historia, de su vida. Se ha hecho mucho hincapié en los llamados “Cisnes” que eran estas mujeres de la alta sociedad que al escritor tanto le fascinaban, pero en realidad, cuando uno lee el libro, hay más. A través de una especie alter ego del mismo Capote, PB Jones, se van desgranando partes de experiencias, peripecias, encuentros en diversas ciudades del mundo, con personas de diversas clases sociales, esferas laborales, hombres y mujeres por los que PB Jones va resolviendo su aventura y desventura a este y al otro lado del charco. Una vida fascinante con un alto peaje que pagar para obtener el éxito y codearse con la crème de la crème. El título del libro se debe nada más y nada menos a una frase de la mismísima Santa Teresa de Jesús “se derraman más lágrimas por las plegaria atendidas que por las que no”. Esta frase va demostrando a lo largo del libro en sus tres partes diferenciadas que conseguir lo que se desea a veces le hacen a uno derramar más lágrimas, el éxito viene acompañado con una bebida amarga. En ese momento la vida de Capote era una fiesta, nunca mejor dicho. Revistas, editores, personalidades, estudios cinematográficos, medios de comunicación, todos le reclamaban, todos querían un pedazo de Truman. Estaban fascinados por su elocuencia, su sentido del humor y su lengua tan afilada, la audiencias televisivas en shows en los que él aparecía estaban garantizados. Después del éxito de “A sangre fría” todos estaban expectantes cual sería su siguiente obra maestra, sin embargo después de la publicación de “In Cold Blood” los títulos que le sucedieron añadieron poco a la ya notoriedad y estatus del autor, quien parecía que su personaje de sí mismo había eclipsado al autor de literatura. Él se prodigaba por los programas más populares de la televisión anunciando que estaba trabajando en una nueva novela que sería algo comparado con El tiempo perdido de Proust.
Para Capote la vida es ficción, y la ficción es vida. Sin duda, esto tiene un sentido enorme aplicado a su vida que parecía ser de ficción. Rodeado de celebridades, escritores, modelos, actrices, y un largo etcétera, pero además gente anónima que era tan interesante como todos aquellos famosos. Accediendo a una información privilegiada de primera mano, Capote tenía en su haber un gran monto de material literario. Estaba en todos los lugares que había que estar en el momento oportuno, y esto era verdaderamente un prodigio poder lograrlo. Plegarias Atendidas, es más bien un manifiesto personal de toda esa vorágine de viajes y de personalidades, como daño colateral están los llamados Cisnes. Ni más ni menos que Babe Paley la entonces editora de Vogue magazine, Marella Agnelli, de la compañía Fiat, Lee Radziwill hermana pequeña de la mismísima Jackie Kennedy, Anne Woodward una actriz muy bien casada con William Woodward Junior, Gloria Guinness, C.Z Guest un icono de la moda también muy bien casada con los Churchill.
Todo lo que Truman Capote pudo llegar a escuchar, ver y vivir con todas esta damas, no todo lo ha contando en el libro, tan sólo quizá una parte pequeña, morbosa y escandalosa parte. En parte él mismo se hace un retrato, ¿qué es ficción y qué es real?, bastante crudo. Un joven escritor con ambición suficiente para hacer todo lo que sea para formar parte del mundillo literario de la época, todo. Cuando lo leas, juzga cuánto parece ficción y qué parte no. Es cierto que a veces los libros inspirados biográficamente nos dejan sorprendidos cuando aprendemos que era realmente lo que se inventó y qué era lo real. A veces, la verdad parece más ficción que la propia mentira. Esto lo repetía como un mantra Capote allí donde le preguntaban. Jugaba con esa ambigüedad que le proporcionaba la literatura. Después de escribir su gran éxito que era un punto de inflexión en su obra, pues era realidad novelada, Capote sabía muy bien que sería una sombra que le perseguiría, pues creo una expectativas enormes de cuál sería su próxima obra maestra. Quizá “Plegarias Atendidas” no fue su gran obra, pero sin embargo tampoco dejó a nadie indiferente. Capote jugaba de nuevo muy bien sus cartas y entendía bien como funcionan los Medios.
Así el libro más que literatura, se puede ver como una serie de cotilleos de la alta sociedad, eso sí, muy bien escritos. Pero la verdad es que hay mucho más que una simple descripción de la vida frugal de esta damas privilegiadas e indolentes, habla de una época, de lo que cuesta a un don nadie, hacerse un hueco en el mundo literario (aplíquese a cualquier mundo laboral) lleno de incesto, heredados de padres/madres a hijos/as, de hermanos, de tíos lejanos o cercanos. El mundo laboral de ciertos gremios golosamente apetecibles por el dinero la fama o simplemente por el trabajo en sí, son guetos impenetrables. Así para un joven escritor sureño, sin apellido literario ¿cuál es el precio para llegar a vivir de la escritura? Y sobre todo; ¿estás dispuesto a lo que sea por el éxito y la fama? Por lo tanto, lejos de la frivolidad, tiene mucho de actualidad, pues el mundo tampoco ha cambiado tanto. El New York Magazine publicaba recientemente un artículo que en inglés se llama Nepo baby boom in Hollywood. Varios medios y revistas han abordado este tema del nepotismo laboral, se explica sobre todo en el cine y la televisión, sin embargo, existe en muchos más sitios, como grandes grupos de medios de comunicación y multinacionales. Digamos que por ser hijo de, ya tienes el pan garantizado. Capote no lo tuvo tan fácil, y creó todo un personaje excéntrico algo histriónico por momentos, locuaz, inteligente, glamuroso muy particular y distinto a sus coetáneos, él lo sabía, y se servía de eso. Todos querían a Capote, todos querían estar en una de sus fiestas a pesar del riesgo.
El 25 de agosto de 1984 en su casa de Los Angeles Truman Capote emitió sus últimas plegarias su luz se apagó para siempre. La ex esposa de Johny Carson le encontró sin vida a los 59 años. La autopsia reveló una sobredosis de drogas (barbitúricos, Valium, codeína) que seguramente habría mezclado con altas dosis de alcohol. El escritor más deseado por todos, también fue una persona complicada víctima de sus adicciones, ávido de amor y de atención. Capote nunca será olvidado, pasen los años que pasen cualquiera de sus historias cortas o cuentos, artículos, novelas y su mera presencia siempre será celebrada por millones de fans de todo el mundo. Dejó un legado enorme y así lo pone de manifiesto la serie recién estrena Capote versus The Swans, supo comprender que la literatura era más grande e importante que su propia persona y reputación.
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