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László Krasznahorkai. Al norte la montaña, al sur lago, al oeste el camino, al este el río. Editado por Acantilado

Premio Formentor de las letras 2024, la obra de László Krasznahorkai abarca muchos temas, todos ellos tratados de forma enigmática y evocadora, lo que solo los grandes nombres de la literatura logran trasladarnos como lectores. La potencia narrativa que te envuelve, te revela, te oculta y te transforma la realidad del mundo, dilata la versión novelesca de la enigmática existencia humana. La vigorosa lectura de su compleja fabulación nos construye los fascinantes laberintos de la imaginación literaria.

SOBRE EL AUTOR

László Krasznahorkai nació el 5 de enero de 1954 en Gyula (Hungría). Estudió Derecho, Lengua y Literatura Húngaras, después de algunos años como editor, se convirtió en escritor. Abandonó la Hungría comunista en 1987, cuando viajó a Berlín Occidental para obtener una beca. A principios de la década de 1990, pasó largos períodos de tiempo en Mongolia y China, y más tarde en Japón, escenarios que trajeron cambios estéticos y estilísticos en su escritura. Mientras escribía la novela “Guerra y guerra” (1999), viajó por Europa y en Estados Unidos vivió en el piso de Allen Ginsberg en Nueva York, el famoso poeta estadounidense asociado con la Generación Beat. La relación entre Krasznahorkai y Ginsberg surgió a través de una serie de conexiones literarias y culturales. Durante su estadía en Nueva York, Krasznahorkai estaba inmerso en la escena literaria y artística de la ciudad, explorando nuevas influencias y entablando amistades con otros escritores y artistas. El apartamento de Ginsberg se convirtió en un punto de encuentro para artistas y escritores de todo el mundo, y la estancia de Krasznahorkai allí seguramente le proporcionó una visión única de la vida cultural y literaria de Nueva York en ese momento. Ahora vive recluido en las colinas de Szentlászló. Su primera novela, “Satantango” (1985) traducida como “Tango satánico“, lo llevó al centro de la vida literaria húngara y sigue siendo su obra más conocida. También destaca “Melancolía de la resistencia” (1989), ambas novelas llevadas al cine por su amigo, el director Béla Tarr. Otras de sus obras traducidas al castellano son: “Guerra y guerra; Ha llegado Isaías; Y Seiobo descendió a la Tierra; Relaciones misericordiosas El último lobo“. Para los lectores más exigentes cuando se acerquen a la obra de Krasznahorkai leerán más de un título. Su obra, por el legado de la lengua magiar, por las dimensiones desapercibidas de la imaginación y por el virtuosismo de su elegante escritura. A lo largo de su carrera, Krasznahorkai ha recibido numerosos premios literarios, incluido el Premio Man Booker Internacional en 2015, que reconoce la excelencia en la literatura internacional. Sus obras han sido traducidas a múltiples idiomas y han sido aclamadas por críticos y lectores en todo el mundo.

Su estilo detallista, lento y dilatado, manifiestan la energía creativa de una literatura ajena por completo a la influencia industrial del divertimento. A lo largo de las décadas, su obra ha reunido a una comunidad internacional de lectores comprometidos con la tradición artística de la novela europea. Las obras de László Krasznahorkai nos devuelven la virtuosa flema de la lectura y la contemplación de lo extraño, solemne, letárgico, oscuro y voluptuoso que palpita en el corazón del hombre. Nuestro autor renueva así la autoridad estética de la gran literatura. En el vasto panorama de la literatura contemporánea, la obra del autor húngaro László Krasznahorkai emerge como un laberinto literario, donde las fronteras entre la realidad y la imaginación se desdibujan, y donde los personajes vagan en búsqueda de significado en un mundo cargado de desolación y misterio. “Al norte de la montaña, al sur del lago, al oeste del camino, al este del Río” no es una excepción a esta exploración profunda y a menudo sombría de la condición humana.

Al norte la montaña, al sur lago, al oeste el camino, al este el río”. Este libro de gran título y apenas 150 páginas, evoca la esencia de la existencia y las maravillas de la tierra. Un libro pequeño en dimensiones pero grande en contenido, y es que, en tan sólo 147 páginas nos está enseñando un pozo sin fondo que es el alma del ser humano. La búsqueda de la felicidad y el sosiego, la necesidad de respuestas y el silencio (entendido como la ausencia de dolor pertubador, de locura o de pérdida). Simplemente parece que este escritor húngaro conociera muy bien de lo que habla y de el significado del Zen y de la cultura nipona. La historia, si se puede denominar así, es una búsqueda de un jardín simple y perfecto, del nieto del un príncipe. Rozando lo onírico pues lo que está ahora allí en un rato a la vuelta deja de estarlo, esta búsqueda transcurre en un barrio de la ciudad de Kioto, y lo que parece que descubrimos con el protagonista (si es que es el nieto del príncipe) con el que caminamos es un templo. Es lo que tienen estos libros cortos que requieren de un esfuerzo extra del lector, que desde luego, merece la pena. Lo simbólico del templo, la muralla larga, donde las puertas de entrada no son tan obvias, el jardín anhelado. Los techos tampoco son lo que parecen y los espacios cambian, pequeños accesos llevan a pequeños paraísos. Podríamos pensar que todo ello es una analogía al cuerpo y el alma. Sin embargo, no está claro y es lo mágico del libro que cada cual podrá llevárselo a su terreno, evocándole diversos sentimientos específicos. Por eso, esta clase de libros son Literatura con mayúsculas, los temas son universales que durarán siempre. No importa cuánto evolucionen los coches o los ordenadores, cuánto cambiemos de modas, estos temas siempre serán los mismos. La búsqueda de sentido de la vida, Conseguir la felicidad, la paz interior, que vienen a darse de la mano ambas. 

 La novela nos sumerge en un universo donde el tiempo parece haberse detenido, donde las palabras se convierten en cánticos que resuenan en los pasillos de un monasterio ancestral. A través de una prosa densa y evocadora, Krasznahorkai nos invita a adentrarnos en los rincones más oscuros de la mente humana, explorando temas tan universales como el alma, la búsqueda de significado y la transitoriedad de la existencia. En esta obra, el monasterio y el jardín se erigen como metáforas de la vida misma, lugares donde los personajes buscan refugio y redención en medio del caos y la incertidumbre. El autor teje una narrativa compleja y laberíntica, donde los límites entre el sueño y la realidad se desdibujan, y donde la belleza y la muerte coexisten en perfecta armonía. A través de una prosa lírica y a veces hermética, Krasznahorkai nos sumerge en un viaje emocional y filosófico, donde cada palabra es una invitación a reflexionar sobre los misterios más profundos de la existencia. Su estilo único y su capacidad para crear atmósferas densas y claustrofóbicas hacen de “Al norte de la montaña, al sur del lago, al oeste del camino, al este del río” una lectura desafiante pero profundamente gratificante. En el contexto de la literatura húngara contemporánea, la obra de Krasznahorkai se destaca por su originalidad y su audacia narrativa. Su exploración de temas existenciales y su estilo inconfundible han ganado el reconocimiento de críticos y lectores en todo el mundo, consolidándolo como uno de los escritores más importantes de su generación.

En resumen, “Al norte de la montaña, al sur del lago, al oeste del camino, al este del Río” es una obra magistral que nos sumerge en un universo de belleza y desolación, donde cada página es una invitación a explorar los misterios más profundos del alma humana. Con su prosa evocadora y su profunda reflexión sobre la condición humana, László Krasznahorkai nos ofrece una experiencia literaria única e inolvidable. No dejéis de acercaros a esta novela pequeña pero inmensa, y así si os dan más ganas, leer más de la obra de este autor que desde luego, nos parece un imprescindible para los amantes de la buena literatura. Agradecer a la editorial Acantilado por toda la información que nos han facilitado, y a la Fundación Formentor por lo mismo. Gracias por amar la literatura.

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