Desde el “King Lear” de Shakespeare, Juan Carlos Rubio nos propone una versión Reina, junto con la colaboración de Natalia Menéndez. El poder se traslada a la piel de una mujer “Queen Lear” madre de tres hijas. Mujer Reina y poderosa que toma una decisión anticipada de repartir su vasto reino entre sus tres hijas. Punto de partida de esta versión totalmente libre del Lear de Shakespeare. Es una producción del Teatro Español y Entrecajas Producciones Teatrales. En el reparto están; Mona Martínez en el papel de Queen Lear, Beatriz Argüello en dos papeles la Condesa de Kent y Un Bufón. Completan el reparto; Sara Rivero, Amaia Sagasti, Marta Guerras, Lander Otaola y Alberto Jo Lee.
Los entresijos de la familia y el poder es tema universal. Todo el mundo que se siente en la butaca va tener, quien más quien menos, algún pinzamiento en el estómago recordando quizá travesías similares a la hora del reparto de poderes, herencia, dinero en la familia. El Reino es en este caso, a repartir entre tres, viene con la carga del desafío de una madre, que no se sabe, si loca, vieja o cansada de todo, lo decide pasar a sus hijas no sin antes someterla a una entrincada prueba. Este es el conflicto por el que se desarrolla toda la obra, la ceguera (vista aquí como no reconocimiento de la realidad) del amor, las lisonjas falsas y el arrepentimiento. Lo fascinante de la relación de madre e hijas con unos vínculos fortísimos, es lo que pone una idea novedosa en la presente “versión”. El amor que se tienen por sangre no es tanto como quizá la avaricia desmedida y el rencor a una madre excelsa en atributos necesarios para el mandato y el deber. Queen Lear llena de sí misma y cansada de todo, desea que sus hijas la amen y la admiren incondicionalmente, y las pone en una encrucijada. Las pregunta que definan su amor por ella de modo que así, quien más la ame se llevará más territorio del reino. Ya hay rumores de reparto y el ambiente está cargado de incertidumbres y anhelos. La soberbia y la avaria hablan demasiado y el amor, la decencia ante tal vil reto, guardan silencio.
Esta obra está mayoritariamente protagonizada por el poder y las mujeres. Dos (¿o debería decir tres?) hombres completan la trama. El bastardo que desea ser reconocido, en todo reino que se precie, hay un bastardo. El rey de Francia que apoya a Cordelia, hija menor de Lear, en su decisión hasta el final. Se mencionan los maridos de las dos hijas mayores. El bufón, quien está detrás de la cordura que le queda a Lear, y la Condesa de Kent, soporte necesario y fundamental en la trama y gran visagra en la historia. Además destacar a Beatriz Argüello en el papel de bufón y Condesa de Kent, hace una transformación excelente. El poder se ejerce desde la auctoritas, es quien gobierna de hecho y por derecho. Hay ciertos elementos para ejercer este gobierno, el corazón y la espada. El corazón es el orden espiritual, pues los reyes y reinas ejercen ese mandato imperativo del mismo Dios, la espada es el símbolo de el poder terrenal y el uso de la fuerza, cuando fuera necesario. Una buena gobernante sabe cuándo usar un elemento u otro. Queen Lear fue ensañada así, y también así se lo transmitió a sus tres hijas igualmente.
Podemos entonces pensar que igual que las tres saben lo mismo lo usarían de la misma forma. No es así. El poder (corazón y espada) muta en las manos de quien lo toma. Este punto es muy interesante en la obra y el texto de Juan Carlos Rubio y Natalia Menéndez. Pues ¿no es una garantía para el pueblo que sean los herederos del reino los hijos o hijas del actual poder? Realmente no lo es. Una misma ley al cambiar de ojos y oídos también es interpretada de distanta forma. Sólo podemos esperar que el poder caigan en buenas manos. La pregunta obligada es; ¿se puede ejercer poder político desde el amor, la equidad, la paz? Muchas veces el amor y la bondad se refiere a la forma de gobierno en femenino, pero, ¿no es una reina también un arma de poder y uso de la fuerza? Sin embargo, se tiende a pensar, que la mujer ejerce un poder blando, muchas veces sí es cierto, si a blando se refiere al uso de la palabra, valor sinequanon de un buen gorbernate. La palabra es la diplomacia, evitar la guerra por todos lo medios posibles. Llegar a acuerdos. Sin embargo, a una buena reina no le tiembla el pulso cuando está su dominio en peligro y entonces habrá de aplicar la espada cuando ya no quede más remedio.
Recomendamos que vayáis a ver Queen Lear, es teatro en estado puro, con la tecnología al servicio de la escena para hacerla más evocativa, el bosque, la tormenta, la naturaleza, son momentos visuales que tiene un buen resultado en la obra en su conjunto, sin abusar de ellos, propone sin embargo, la evocación necesaria de la imaginación del espectador. Merece realmente la pena, ver este elenco muy bien dirigido y de gran talento. Un excelente plan de comienzo de temporada otoñal.
El equipo artístico / técnico está formado por; Diseño de espacio escénico de Alfonso Barajas, diseño de vestuario de Alberto Valcárcel, diseño de videoescena de Pedro Chamizo, diseño de iluminación de Luis Perdiguero, diseño de espacio sonoro y composición de música original de Luis Miguel Cobo y movimiento escénico de Mey-Ling Bisogno. Foto de portada Virginia Rota.
BGD !!! 😉 Nos vemos en los Teatros!!!!!!!!!