Teatro

Teatro en femenino, excelente y en plural. Irresistible.

Teatro Clásico presenta; “El Disfraz” de Joaquina Vera, “Las Cartas” de Víctor Catalá, “La Suerte” de Emilia Pardo Bazán. Escritoras del siglo XIX.

Cuando pensamos en la actualidad y en las mujeres dramaturgas no podemos ni imaginar cómo era en el siglo XIX para aquellas escritoras y artistas que deseaban vivir del cuento, con esto no queremos decir, vivir de “nada”, como es la acepción más extendida de “vivir del cuento”. No. Vivir del cuento, de contar historias, como lo son estas tres. La dificultad que tuvieron que sufrir parece absurda hoy día e injustificada. Pero el contexto histórico nos arrastra aquí para decirnos que en esos tiempos para las mujeres no estaban destinadas las Artes o las Ciencias sino, la familia, los cuidados del marido y los hijos, o los conventos. Por esa razón, es tan importante que hoy podamos disfrutar de sus obras, sin peros, ni perfuicios, sino como son, obras teatrales, literarias, artísticas.

El Disfraz.

Así como George Elliot (apodo masculino detrás de la mujer, Mary Ann Evans); Víctor Catalá (Caterina Albert) se cansó de ser rechazada como mujer, y decidió poner una solución drástica. “El Disfraz” la obra que se representa en esta ocasión, es una comedia de enredos en un acto que ocurre en una granja. Nos muestra las relaciones entre la aristocracia y sus criados o sirvientes, que cuidaban las tierras, las diferencias de clase y condición, pero que no de corazón. La adaptación es loca y maravillosa, parece mentira que estemos ante un texto del siglo XIX. La condesa la encarna Andrea Soto, conspira y aspira amor y estratagemas para tener saciada su voluntad, pero no todo sale siempre como una quiere. El marqués interpretado por Mariano Estudillo, está enamorado de la condesa pero se lía un poco con las faldas. Luisa la sirvienta interpretada por Alba Enríquez, es víctima de varias tramas pero consciente de su clase tiene los pies en el suelo. Esta obra corta la dirige Íñigo Rodríguez-Claro, quien afirma que; “este equipo ha encontrado, por encima de todo, un enorme placer y una gran diversión habitando ese género: el sainete. Hemos tenido la suerte de desentrañar esta forma de escritura tan vinculada al gusto y público de otra época”. ¡Y vaya si lo consiguen! ¡Es divertidísima!

Las Cartas

Las obras son distintas en todo, tres autoras, distintos actores y actrices, argumentos diferentes, pero la versión de juntarlas funciona bien. Hay un tránsito indoloro de una a otra, a pesar de lo complicado que es, se hace bien. “Las Cartas”, dirigida por María Prado e interpretada por Mamen Camacho, es un monólogo, el más largo de las tres. La autora es Caterina Albert o lo que es lo mismo Víctor Catalá. El texto está traducido por Albert Arribas. Nos cuenta su directora: “podemos ver cómo el machismo se trasluce en sus comportamientos más cotidianos, cómo queda encadenada a Miguelico (el marido), al que siempre encuentra justificación pese al dolor que la haya podido causar. Resulta increíble sentir tan cercanas estas palabras que fueron escritas hace más de un siglo”. Sin duda, estamos totalmente de acuerdo con María Prado, pues aún existe en algunas mujeres este comportamiento. De aquí la gran actualidad de estos textos y de su relevancia en nuestro siglo XXI, nos invita a reflexionar a darnos cuenta de que los cambios sociales en algunos aspectos tradicionales como la familia son muy lentos. Damos por sentados ciertos valores que no lo son tanto, entendido como valor humano, respeto y amor. El monólogo te lleva por un tobogán de emociones. Pero, ¡id a verla! mejor sentirlo.

¿Qué decir de la gran Emilia Pardo Bazán? En su texto corto, cortísimo hay una vida entera. El arte de la escritura es ese, poner poco y decir mucho, que el lector imagine, llene algún hueco que falta implícito y desarrolle la trama. Un paraje en Galicia hace más de dos siglos, una señora Ña Bárbara en su senectud sóla, viuda, con su hijo adoptivo Payo, interpretan Alba Recondo y Jose Carlos Cuevas respectivamente. La dirige Julia Barceló; “es un ejemplo de cómo hemos banalizado la literatura escrita por mujeres. El tipo de historias y personajes que escribe es muy particular. Elige conflictos a los que no damos habitualmente mucha importancia, como en este caso, que trata de cómo sobreviven en un pueblo una madre con un pasado terrible y un hijo adoptivo en un contexto hostil.”-

La Suerte

No queremos terminar este artículo sin destacar la importancia de los sonidos en las tres obras y la música. Su equipo artístico/técnico: Elisa Sanz en la escenografía y vestuario. Pedro Yagüe en la iluminación. José Pablo Paolo, en cargo de las composición musical y el espacio sonoro. Javier L. Patiño en video. José Juan Rodríguez coreografía los bailes y movimientos. Y AHORA….

La podéis disfrutar en el Teatro Clásico del 15 de abril al 5 junio a las 17:30 en la sala Tirso de Molina del Teatro de la Comedia. No os las perdáis. Sin Teatro la vida es un rollo. 😉 BGD

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