«La Discreta Enamorada» de Lope de Vega es una obra escrita para ser representada, esos versos audaces y divertidos de enredos amorosos y de ingenio del gran Lope se escribieron para ser interpretados. Leer la obra está muy bien, pero decirla en voz alta es un verdadero placer, y si son los actores jóvenes apoyados de ya alguno veteranos con el talento que están derrochando, pues mejor que mejor.
La compañía joven con la batuta de su director Lluís Homar, quien además es el director del Teatro de la Comedia, también interpreta al personaje del Capitán algunos días concretos, repartiéndose el papel con Iñigo Arricibita, han apostado por una puesta en escena innovadora y muy apetecible para el público más joven. Podemos ver todos los entresijos del teatro, actores, figurinistas, técnicos, apuntador, todo está a la vista, mientras ser representa la escena. Aderezado con música original, los actores hacen de todo, tocan instrumentos musicales, cantan, bailan e interpretan haciendo de la obra del siglo de oro algo casi televisivo, como uno de estos programas super dinámicos de la televisión que hace que se te pasen las horas volando. Los jóvenes deben de acercarse, los que no lo hayan hecho ya, a ver esta gran obra de nuestro Lope, lo van a pasar genial.
Cuando Lope escribe «»La discreta enamorada, parece que en 1606, se encuentra en un momento de madurez en el que muchos de sus primeros intentos de construir artefactos escénicos van a eclosionar sus primeras e indiscutibles obras maestras. Fenisa, nuestra discreta enamorada, es uno de esos personajes fascinantes que van a traer a las tablas de esos primeros corrales algunos aspectos del comportamiento humano que no habían estado muy presentes en esos escenarios; especialmente el deseo. Hablo de un deseo que evidentemente sigue necesitando del amor y del honor, de la aceptación de las convenciones sociales y morales. Un deseo con una fuerza inaudita que hará que nuestra protagonista se enfrente a todo lo que quiera impedir esa fuerza inevitable, vital y liberadora de sus potencias. Lope está reflexionando y teorizando sobre su teatro y, por extensión, sobre el teatro español del Siglo de Oro. Quiere y sabe que tiene que gustar a su público, pero no a cualquier precio. Lluís Homar
La vida de Lope de Vega fue increíble, vista a ojos de hoy sería un influencer total. Aficionada a la noche madrileña conquistador de corazones de damas, su reputación le precedía en los círculos de las tascas de la época. A pesar que provenía de una familia humilde, comenzó a destacar en la escena madrileña enseguida gracias a su ingenio. Estudió en los jesuitas y los estudios universitarios en Alcalá. Tuvo una vida tan interesante como agitada de líos amorosos. Sin duda si vida inspiraría muchas de sus obras, Lope de Vega le dio a todos los géneros literarios. Lope de Vega al escribir teatro nos dio muchas obras de gran valor hoy día y renovó en parte este género en sus época. Las obras teatrales de Lope de Vega giran en torno a dos ejes temáticos, el amor y el honor, y con su fórmula de la doble acción (una entre nobles y otra entre criados) logró atraer por igual a todos los sectores de su público, desde el pueblo iletrado hasta la aristocracia culta y refinada. De su extensísima obra, más de «mil quinientas» comedias según palabras del propio autor, se conservan unas trescientas de atribución segura. Encasillar toda su obra teatral a una temática es imposible y además sería muy injusto.
La música cobra protagonismo en la puesta en escena interpretada en directo durante la representación por el joven elenco de actrices y actores de la Joven Compañía Nacional de Teatro Clásico. La composición musical firmada por Marc Servera ha sido fruto del trabajo de laboratorio a lo largo de los seis meses de formación de la JCNTC. Además de composiciones originales, incluye la versión Vestida de nit, de Silvia Pérez Cruz. A ello, hay que unir la escenografía de Jose Novoa que simula un descampado abierto alejado de la ciudad, con un gran cartel de neón; la iluminación de Pilar Valdelvira a disposición de los espacios escénicos y que arropa a los personajes, y el vestuario de Deborah Macías que presenta formas clásicas revisadas, con pinceladas de elementos actuales. Una mirada clásica y contemporánea, a la vez, en la que ha sido fundamental la dirección adjunta de Oscar Valsecchi y el trabajo de voz y palabra de Vicente Fuentes. La Joven Compañía Nacional de Teatro Clásico: Íñigo Arricibita, Xavi Caudevilla, Cristina García, Ania Hernández, Nora Hernández, Antonio Hernández Fimia, Pascual Laborda, Cristina Marín-Miró, Felipe Muñoz, Miriam Queba, María Rasco y Marc Servera, quienes están acompañados en el escenario por los actores Montse Diez y Lluís Homar.
La discreta enamorada se representa entre el 21 de septiembre y el 26 de noviembre en el
Teatro de la Comedia de Madrid. Más de 17.000 espectadores, nos os perdáis esta función os aseguramos que os va encantar por su viveza dinamismo juventud y simpatía. BGD. Viva Lope, Viva el Teatro.
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