Una novela monumental sobre el tiempo, la sociedad y las crisis personales. Céline Curiol construye en Las leyes de la ascensión una obra ambiciosa y profundamente introspectiva, donde la estructura, el estilo y los temas se entrelazan para ofrecer una visión panorámica de la vida contemporánea. Con una narrativa exigente y fragmentada, la novela sigue durante un año a seis personajes cuyas vidas, marcadas por el desencanto, la lucha y la incertidumbre, reflejan las tensiones del mundo actual.
Estructura y ritmo narrativo: una crónica del tiempo
Uno de los mayores aciertos de la novela es su organización en las estaciones del año, lo que no solo otorga una estructura clara, sino que también refuerza la idea del paso del tiempo como eje central. Cada capítulo se centra en uno de los seis protagonistas principales: las hermanas Orna y Selène, junto con Pavel, Modé (un inmigrante africano), Hope y Mehdi. A través de sus vivencias, la novela traza una especie de mapa emocional en el que cada estación representa no solo un cambio en el clima, sino también en la evolución interna de los personajes. Esta estructura exige al lector un compromiso total. No es una novela para leer de forma fragmentaria o esporádica, ya que su extensión (casi mil páginas) requiere inmersión constante. Sin embargo, quienes se entregan a su ritmo encuentran pasajes de una belleza literaria notable y reflexiones que resuenan con fuerza.
Un retrato de lo político y lo humano
Curiol no solo nos sumerge en la psicología de sus personajes, sino que los sitúa dentro de un contexto social y político muy específico. Entre los temas que atraviesan la novela destacan:
• El impacto de los atentados del Bataclán: La violencia terrorista no es un hecho aislado, sino un trauma que se filtra en la vida cotidiana y afecta particularmente a los inmigrantes. Modé, en especial, encarna la lucha de quienes viven bajo la sombra de la desconfianza y la xenofobia.
• El peso del éxito y el fracaso: Orna y Selène enfrentan la presión social de ser “alguien”, de encajar en un modelo de éxito que las hace cuestionar sus propias decisiones. La novela expone con crudeza la angustia de sentirse fuera de lugar en una sociedad obsesionada con la productividad.
• Cambio climático y crisis globales: Sin ser el foco principal, la novela introduce preocupaciones medioambientales y políticas que refuerzan la sensación de un mundo en constante transformación.
• Relaciones personales y familiares: Más allá de los grandes temas, la historia se construye sobre vínculos emocionales frágiles, diálogos internos y conflictos no resueltos que reflejan el peso del pasado en la vida adulta.
Estilo y profundidad: entre la reflexión y la acción
Curiol escribe con una precisión notable, capturando el flujo de pensamientos de sus personajes con una mezcla de lirismo y realismo. En algunos momentos, su prosa alcanza niveles de sabiduría que invitan a la introspección, convirtiendo ciertos pasajes en auténticas meditaciones sobre la vida. Sin embargo, este mismo enfoque puede hacer que la novela, por momentos, parezca más un ensayo disfrazado de ficción. Aunque las reflexiones son poderosas, existe el riesgo de que algunos monólogos internos se conviertan en discursos. Aun así, la riqueza de la escritura compensa cualquier exceso, y la profundidad psicológica de los personajes mantiene el interés hasta el final.
Sobre la autora: Céline Curiol

Nacida en Lyon en 1975, Céline Curiol es una escritora y periodista francesa. Ingeniera de formación, se trasladó a Nueva York, donde trabajó durante más de una década como corresponsal para medios como Radio France, BBC y Libération. Durante su estancia en Estados Unidos, también colaboró con la ONU y comenzó su carrera literaria. Su primera novela, Voces en el laberinto (Voix sans issue, 2005), fue traducida a más de quince idiomas y recibió elogios de críticos y escritores, incluido Paul Auster, quien recomendó su traducción. Desde entonces, Curiol ha publicado varias obras, entre las que destacan:
• L’Ardeur des pierres (2012): Una novela que explora la vida de un jardinero en Kioto y su relación con la tradición y la modernidad.
• Les Vieux ne pleurent jamais (2016): Narra la historia de Judith Hogen, una actriz retirada que enfrenta la soledad y los recuerdos de su pasado en Nueva York.
• Un quinze août à Paris. Histoire d’une dépression (2014): Un texto de no ficción en el que Curiol relata su experiencia personal con la depresión, explorando los mecanismos de la enfermedad y las opiniones de artistas y científicos al respecto.
Además de su labor como escritora, Curiol enseña escritura creativa y comunicación en diversas universidades francesas, compartiendo su experiencia y conocimientos con nuevas generaciones de escritores.
Conclusión: ¿vale la pena el viaje? Las leyes de la ascensión es una novela monumental, tanto en su extensión como en su ambición temática. No es una lectura ligera ni de ritmo vertiginoso, pero recompensa a quienes buscan una exploración literaria profunda de la sociedad, el tiempo y la identidad. Con personajes complejos, una estructura bien pensada y una prosa que combina belleza y agudeza, Céline Curiol logra construir una obra que, aunque podría haber sido más breve, deja una huella duradera en el lector.
Ideal para quienes disfrutan de novelas densas, introspectivas y con un trasfondo social potente.
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