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“Gran Hotel Europa” una obra del autor neerlandés, Ilja Leonard Pfeijffer.

Nuestro especial homenaje a una obra en la extraña “Feria del Libro” que se celebró de forma excepcional en el mes de septiembre, a causa de la pandemia que ha estructurado todas la agendas. Recomendamos esta novela / ensayo que ahora llega en castellano editada por Acantilado. Es además muy apropiada por lo que toca en estos momentos vivir. Una reflexión del estilo de vida actual, tratado de un modo brillante y entretenido, el autor plantea ese bien conocido fenómeno “turismo de masas” para que pensemos en la “normalidad” a la que ahora denominado, como si lo fuera; “nueva normalidad” y por supuesto “el amor”.

«Si de verdad quería olvidar Venecia y todo lo que había ocurrido allí, tenía que empezar por recordarlo todo con la mayor precisión posible».

Abdul el botones del Gran Hotel Europa. Portada del libro.

Mientras se documenta para un libro sobre el turismo de masas, un escritor llamado Ilja (alter ego del propio autor) sufre una dolorosa ruptura sentimental y decide dejarlo todo para poner orden en sus recuerdos. El lugar que elige para su retiro es el Grand Hotel Europa, un establecimiento de pasado ilustre y futuro incierto habitado por un elenco de personajes curiosos e interesantes. El autor se impone la tarea de reconstruir por escrito su explosiva relación con Clío, una historiadora del arte italiana con una audaz teoría sobre el último cuadro de Caravaggio, y a medida que él avanza en su cometido incrementa su fascinación por los misterios del hotel. Las conversaciones con los demás huéspedes, entretanto, lo llevan a reflexionar sobre la decadencia del Viejo Continente. Grand Hotel Europa es una monumental novela que dialoga sotto voce con grandes pensadores y escritores europeos, desde Virgilio, Horacio o Séneca, pasando por Dante, hasta Thomas Mann y George Steiner.

La obra fue publicada por la editorial De Arbeiderspers en 2018. Ahora llega su publicación en castellano, por Acantalido traducción de Gonzalo Fernández. Aplaudida por la crítica (luego os pondremos unos cuantos titulares al final) esta obra cobra un interés especial hoy día. Cuando el autor la escribía no pudo ni imaginar lo que nos venía encima con la pandemia mundial, pero lo cierto es que toca puntos clave de ese estilo de vida confortable europeo, modelo de turismo “low cost” que nos lleva al turismo masivo. La clase media (y no tan media) dispone de billetes baratos, mini habitaciones de hotel súper baratas, aptas solo para dormir así poder visitar todas la joyas de la diversidad cultural que hay en el continente europeo y, por qué no, más allá. El turista con su mochila a la espalda, ya es como una “plaga” están por todas partes, van y vienen, como ejemplo esencial, la ciudad de Venecia, ciudad con más turistas que venecianos. Las gentes se amontonan en las colas de todos los sitios, esperan para todo, inundan el paisaje natural, en detrimento de los autóctonos y muchas veces del propio medio que les rodea. Otra vez una obra con Venecia de fondo y parte.

Pero no sólo Venecia, también ciudades como París, Londres, Amsterdam (la Venecia del norte) están atestadas de turistas de todas partes del mundo que quieren ver estas joyas europeas de primera mano. Ilja Leonard Pfeijffer, después de sufrir el abandono del amor en su propia carne, crea un personaje tipo “alter ego”, con el que se adentrará en la novela recreando un mundo entre la realidad y la ficción, pasando por un paseo a la Europa y sus gentes extraordinario. El personaje después de una crisis personal se instala en el Gran Hotel Europa indefinidamente, situado en lugar sin descifrar, se recluye para recrearse en su amor perdido y los sinsabores de la vida, por que como el autor dice, a pesar, de las muchas referencias literarias y filosóficas de la novela, ante todo es una historia de amor”. Fue Venecia, la ciudad donde se instalaría con su amor y ahora, ya sólo, lejos de aquello, en un hotel de locación indeterminada comienza a pensar su pasado para poder tener un futuro mejor, e ir limando las puntas del dolor, todo ello en contraste con el encuentro presente de los huéspedes variopintos y excéntricos, temporales y autóctonos del Hotel. Este viaje mental del pasado al presente más tangible, a través de la gente que conoce, le hace reflexionar sobre diversos aspectos, socio-políticos, asuntos de seguridad, inmigración, cultura. Una novela transversal por nuestra historia pasada y reciente, nuestra cultura tan heterogénea, los valores europeos que tanto se proclaman y la realidad tan dispar que existe entre los países miembros. Es por eso, que es una novela tan aplaudida, el trabajo es harto minucioso, a la vez que es una obra amena y su lectura nos recompone un cuadro preciso, también nos invita a pensarnos como europeos ¿qué tenemos en común? ¿qué nos separa?. Está repleta de citas eruditas filosóficas de antes y de ahora, desde la mitología griega hasta autores como el escritor alemán Thomas Mann, o el mismísimo Vargas Llosa, pero hay muchas más. Guiños implícitos y explícitos que hacen referencia a la cultura y filosofía europeas pero también a obras universales de la literatura.

En modo novela entra quizá mejor, los problemas de Europa no son pocos, a los ciudadanos a veces nos cuesta trabajo reconocerlo, nuestros políticos no son mejores, y nos sabemos aún lo que se nos viene encima, la era postBrexit, la nueva agenda internacional, después de Afganistán, pone a Europa en el centro del tablero de juego, entre China, Rusia (Este) y EEUU (Oeste). ¿Qué hará Europa? ¿Tomará decisiones basadas una vez más en los Estados miembros más fuertes dejando a un lado al resto? La historia nos describe uno de los grandes problemas que tiene inminentes es el turismo devastador que lo llaman “democrático”, el fenómeno de la plataforma que todos conocemos de casas/pisos turísticos ha generado una subida de precios de alquiler sin precedentes en tiempo record. La falta de regulación con una normativa hace difícil, sino imposible, para algunas personas locales convivir junto al “turismo rápido”. Tema sin duda peliagudo encima de la mesa política con difícil enmienda a causa de “Don Dinero tú primero“, lema que nuestros gobernantes llevan por estandarte, somentiéndose a las grandes multinacionales. Atrapados así como estamos, la novela nos recrea en algunas anécdotas divertidas (mejor dicho quizá nada divertidas pero contadas con gracia) de cómo muchas veces las diferencias culturales crean situaciones estrambóticas. Cuenta como en un pueblo pintoresco de los Países Bajos, los chinos confunden los buzones de las casas con papeleras, hasta el punto, que un habitante de tan bonito pueblo, encontró un pañal de bebé usado en su buzón. Pero no se dejen guiar por esta anécdota, dado que es sólo eso, una anécdota. Lo cierto es que es una lectura excelente para ponernos en perspectiva sobre dónde nos encontramos, y cuál es el mundo que nos gustaría tener en el futuro cercano, pues viviremos en él.

ilja leonard pfeijffer (Rijswijk, Países Bajos, 1968)

Ilja Leonard Pfeijffer, se vale del diálogo del protagonista y otros personajes que va encontrando en el hotel para ir, a modo a veces ensayístico, desgranando sus ideas, su trama, su argumento, aderezado con mucho humor, que es lo que hace de esta extensa obra, una lectura muy entretenida a la par que culta. Escrita prepandemia, tocando el tema del turismo incontrolado, parece que ha dado en el clavo, sin saberlo en su momento. Con el rítmo que llevábamos se ha visto que, ante una situación de contagio, el trasiego de personas de continente a continente, un avión por aquí, otro por allá, se expandería como un fuego en un pajar. Así fue. Pero todos los turistas (hay uno en cada persona que lea esto) dice no serlo. Todo turista “low cost” o “high cost” se autodenominan “viajeros”, es más, desprecian un poco a los turistas. Las redes sociales llenas de experiencias intrépidas, que no lo son tanto. El turista de destinos lejanos, cuánto más mejor, presume de ir a sitios vírgenes, sitios distintos, jajajá, no hubo tontería mejor que esa. Estos juegan mucho más a lo seguro que ellos mismos quieren reconocer. Cuentan muchas veces con poco tiempo y lo tienen que rentabilizar a tope. Ávidos lectores de la guías verdes, azules, amarillas…. gastronómicas, paradisíacas, urbanitas, culturetas, en fin, un largo etcétera. El propio autor se auto descubre como típico turista neerlandés, cuando era un joven “intrépido”, se caricaturiza de forma honesta pero entonando cierta vergüenza ajena. Pero, hablando de la caricatura de uno mismo en el marco del turismo, es increíble ver las inmensas colas de horas y horas interminables horas de espera en Louvre de París para ver un sólo cuadro. Esta que os escribe (allá por el año 2003…), ha pasado tardes estivales enfrente del famoso museo parisino, ataviada con un pequeño aperitivo de picnic, sentada en un banco de las Tulerías divisando tan fascinante espectáculo. Había turista de todas partes del globo (y quizá extraterrestes), perdón por la broma, pero nadie sabe, ¿no? Acompañada de una amiga, nos acercabámos a charlar con ellos, estaban tan aburridos de tantas horas de espera que nos recibían con una mezcla de simpatía y gratitud, preguntamos para que hacían la cola, que quizá podrían venir otro día. La respuesta, ya creo que la intuís. “Mañana nos vamos de París sólo disponemos de hoy, queremos ver la Mona Lisa”.

Vienen tiempos duros para ese tipo de turismo, en España lo sabemos muy bien, durante la pandemia hemos experimentado una gran crisis económica a causa del parón turístico, el modelo económico español se basa en más del 12% del su PIB (producto interior bruto) en este sector ¡Esto es muchísimo! Aún así creo, me temo, lamento que, no vamos a aprender de esta horrible experiencia. Seguiremos en la vía de dependencia del turismo. No es que no haya que tener visitantes de otros países, para nada, es muy bueno para todos, especialmente España, país rico y variado en oferta cultural y turística, lo que se dice más bien es, que habría que no depender tanto de este modelo. Pero no quiero desviarme. La novela es muy recomendable, os gustará seguro. Me remito a las palabras del autor, que repite una y otra vez en sus entrevistas (nosotros no le hemos entrevistado….todavía ;-)) que, ante todo Gran Hotel Europa, es una historia de amor. Veamos ahora que han dicho otros de esta novela:

«Grand Hotel Europa quiere imponer e impone, y es esa ambición de grandeza lo que convierte la novela en una espectacular obra maestra. Pfeijffer captura la esencia de nuestro tiempo y nos la sirve en forma de un relato irresistible.».

NRC Handelsblad

«Grand Hotel Europa no es sólo una experiencia de lectura abrumadora, sino que proporciona toneladas de material para la reflexión».

De Morgen

«Con Grand Hotel Europa, Pfeijffer ha escrito un libro que reúne todas las cualidades para merecer la etiqueta de «Gran Novela Europea». Grand Hotel Europa es la magistral alegoría de Pfeijffer sobre el Viejo Continente».

Fatti Italiani

«Una novela vívida, inteligente y a veces perversa. El hotel imaginado por Ilja Leonard Pfeijffer no sólo es un homenaje al Viejo Continente y todos sus mitos, sino también un escenario y un foro para el debate sobre las contradicciones y las novedades de nuestro tiempo. Nadie debería privarse del placer de descubrir por sí mismo lo que ocultan sus páginas, desde el principio hasta el sorprendente final».

Süddeutsche Zeitung

BGD 😉 Lee mucho, pero elige bien lo que lees.

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