Las Troyanas de Eurípides. Teatro Español de Madrid

Aitana Sánchez Gijón interpreta a Hécuba, una mujer que lucha por conservar su dignidad en un tiempo donde la dignidad no vale nada.

La versión de Alberto Conejero de la obra Las Troyanas de Eurípides en el Teatro Español de Madrid no dejará indiferente, además de su amplia trayectoria profesional internacional cuenta con una dirección y reparto excelente.

En el timón Carme Portaceli con una amplísima experiencia a sus espaldas, lo que más nos gusta de ella, aparte de su gran talento, es su tratamiento de los temas femeninos. Es de agradecer que haya mujeres que dirijan obras de temas que afectan a la sociedad en general pero especialmente a ellas. El teatro griego antiguo se utilizaba como medio de cartarsis, pues bien, así es como hay que verlo hoy en día, para poder ver como espectador el desgraciadamente sórdido mundo de la guerra y de sus víctimas más silenciadas y silenciosas;  las mujeres. La guerra ya ha acabado, ¿ahora qué? la nada, muerte por todas partes, dolor, desolación, heridas. La impunidad, el silencio, los escombros. Las Troyanas, las de ayer y las de hoy, pues una cosa tiene que quedar clara, no es casual la puesta en escena de Paco Azorín con su gran «T» inclinada, derrotada, caída, la «T» de Troya. Esta «T» sirve de enorme pantalla, donde se proyectan imágenes de guerras, las de hoy, que son como las de ayer, terrorificas, tortuosas, tiranas. Paco Azorín recrea en su escenografía un escenario justo, mínimo y vanguardista. El espectador no tiene distracciones, sólo el texto, la interpretación de los actores y quizá su voz interior junto a las emociones que le irán emanando poco a poco. Por que sin lugar a duda la intención del texto es hacernos reflexionar acerca de la futilidad de las guerras.

La obra que aquí presentamos ya ha tenido éxito constatado, ahora se estrena en la capital española para deleite de aquellos que vayan al Teatro Español.  Aitana Sánchez Gijón, Alba Flores, Maggie Civantos, Miriam Iscla, Grabriela Flores, Pepa López y Ernesto Alterio. Destacar (por destacar alguna de la maravillosas interpretaciones femeninas) a Alba Flores en Políxena, personaje muy complejo. Es como una voz del subconsciente que habla y relfexiona sobre la guerra, la muerte, la felicidad y la vida.

Las Troyanas de Eurípides nos dicen mucho a los habitantes del siglo XXI. Nos hace reflexionar sobre cuestiones como la democracia, poder, cultura. La destrucción de todo cuánto existió antes de que otro impusiera su ley, su voluntad, sus normas. Nos viene inevitablemente a la cabeza lo que ocurrió en Palmira, Alepo, Mosul, Raqqa…. etc. A las Troyanas al acabar la guerra se les echa encima otro suplicio, casi peor. Serán vendidas, violadas, esclavizadas hasta que ya no puedan más. ¿Nos suena? Por ese motivo es tan necesaria esta obra. No sólo por lo actual de las guerras que no cesan, si no por el sufrimiento de tantas mujeres que antes, durante y después del conflicto armado no acaba su dolor, si no más bien se muta y toma otra forma horrible.

En Bamboo Grows Deep, no gusta mucho obras como Troyanas, primero por que las mujeres son protagosnistas (y ya nos toca) segundo por que está dirigida por otra mujer y tercero por que denuncia un tema cuanto menos peliagudo del que nadie quiere saber y hablar. Es necesario poner estas cuestiones encima de la mesa, si la escusa es el teatro, excelente. Hoy día mujeres de todo el mundo están siendo, esclavizadas, vendidas, asesinadas, violadas y torturadas. En más países de los que aquí puedo nombrar, la mujer no tiene derechos. Y la aclamada sociedad occidental de la que tanto nos vanagloriamos, la mujer aún está muy lejos de tener igualdad social, laboral, económica… No queremos ser demasiado alarmistas, el camino más difícil ya está «hecho», ahora queda andarlo con pasos firmes y sin mirar atrás. Queda mucho por hacer y las nuevas generaciones tienen que tomar el testigo y seguir avanzando, por ellas mismas, pero también por sus hijas y sus nietas.

Hasta la próxima 😉

BGD