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Ópera

La Valquiria de Richard Wagner estreno el 12 de Febrero en el Teatro Real.

Si alguna vez has vivido una ópera de Wagner en directo no hace falta que te diga nada, si no, no te pierdas esta oportunidad. Desde el 12 hasta el 28 de febrero habrá 9 funciones. A la batura en La Valquiria, Pablo Heras-Casado, al frente de dos elencos fabulosos con 108 músicos.

La Valquiria es la segunda de las cuatro óperas de esta tetralogía que conforman El anillo del Nibelungo, que se está presentando en cuantro temporadas sucesivas, con la dirección de Pablo Heras-Casado y la dirección de escena de Robert Carsen.

La ópera dura aproximadamente 4 horas 45 minutos, con dos pausas entre los tres actos. En La Valquiria ocurren tantas cosas que cada acto se te hace corto. La estructura es como en los dramas griegos, la monumentalidad de las cuatro óperas de Wagner comienza con El oro del Rin, donde podemos ver una introducción de lo que serán las tres óperas siguientes. Ya en La Valquiria asistimos a la génesis del héroe Siegfried, decimos génesis, dado que aún en La Valquiria Siegfried no está, será concebido del amor incestuoso entre Siegmund y Sieglinde; ambos son hijos de Wotan fruto de uno de sus muchos devaneos extramatrimoniales con las mortales, disfrazado de Wälse. Todos estas infidelidades de Wotan responden a un plan trazado para tener ayuda en el futuro para la conquista del poder supremo, que se materializa en la posesión de El Anillo del Nibelungo.

Las Valkirias son las hijas de Wotan en su adulterio con humanas, de entre todas ellas Brunhilde es su predilecta y su protegida, la relación entre padre e hija es de una intensidad extrema entre el amor absoluto y la supuesta traición de Brunhilde desobedeciendo las órdenes de su padre. Wotan ordena a Brunhilde traerse a el Valhalla como héroe a Siegmund, su hijo. Pero el destino tiene otros planes y todo se trunca cuando Brunhilde desciende al mundo de los humanos en busca de Siegmund. El amor lo puede todo, él no está dispuesto a abandonar a su suerte a su novia y hermana Sieglinde, prefiriendo la muerte y el dolor junto a ella en la tierra que los placeres eternos de el Valhalla. Brunhilde siente compasión y le sobrecoge el amor de los dos hermanos/amantes, así cambia el destino de ambos, llevándose y protegiendo a Sieglinde, será esta decisión un punto de inflexión en el desarrollo de toda la epopeya.

El contexto escénico del primer acto, no deja lugar a dudas, de lo gélido (no sólo por la nieve) de las emociones de los personajes. El entorno hostil del invierno duro; la guerra, la muerte, la desolación y la desconfiaza. Hunding esposo de Sieglinde, intenta dejar claro su poder ante la esposa. Ofrece al extraño una hospitalidad envenenada de una noche, pero lo desafía inmediatamente haciendo alarde de su poder y su fuerza. Hay elementos que resuenan a la historia de Rey Arturo, con la espada excalibur. En esta ópera, Woten deja también una espada llena de poder para su hijo Siegmund, que anclada en un árbol ninguno ha podido sacar. Sobra decir, quien es capaz de sacarla. La espada es un elemento político del poder en términos hobesianos. También en esta ópera, en toda la tetralogía, tenemos el concepto hobesiano de «el hombre es un lobo para el hombre». Así Sieglinde, sabe que su hermano es el elegido por el dios para salvarla de tanto dolor y desasosiego, de tanta guerra por el oro y el poder, por el control de la humanidad.

La escena cambia por completo en el segundo acto. En un palacio enorme como un castillo para gigantes, Woten y su esposa Fricka discuten sobre lo ocurrido con los gemelos. El honor de Fricka, protectora del matrimonio, ha quedado tocado y quiere venganza para limpiar su honor. No sólo que ha habido adulterio si no que además incesto, con el amor carnal de los gemelos. Lo que lleva a Woten a pedir a la valquiria Brunhilde que deshaga el entuerto. El simbolismo de la escena ideada por Robert Carsen está lleno de guiños, el fuego, la nieve, la bandeja de manzanas encima de la gran mesa. En este caso es Woten, que muerde la manzana (se dará cuenta como se ha convertido en un esclavo de su propia trama), cuando su esposa Fricka le está apelando a que haga lo que su posición de Dios le pide. Fricka le ha permitido sus infidelidades pero no va a tolerar que se burle de ella, no es posible ya burlar las leyes. Fricka no estará dispuesta a que tanta transgresión ponga su reputación y clase en entredicho.

El ambiente en el escenario con la música de Wagner, la interpretación de los cantantes, crea una comunión perfecta de lo que un espectáculo de ópera tiene que ser. Un todo. Fascinante e hiptozador de principio a fin. Wagner supo crear una historia basada en los mitos nórdicos. Con temas que a él le interesaban como la avaricia humana y la ambición por el poder y el dinero de la sociedad, se basó en los textos del siglo XI-XIII como es «El canto de los nibelungos«.

La música parece ya estar en el siglo XX .«Si no supieramos en qué siglo vivió Wagner, pensaríamos que la partitura fue escrita en el siglo XX» – Pablo Heras-Casado. Wagner tenía ya una actitud moderna en la forma de los diálogos. Con un lenguaje muy articulado. Los músicos más de cien, en el foso tocan con tal precisión que hace que suene a la perfección, tanto que parecen músicos de cámara. Los momentos de calma y de sofisticación van construyendo la obra en todos los niveles, musicales, pero también los diálogos de los personajes. Esta obra monumental es una construcción psicológica que Wagner conforma como una evolución. Tanto la música como el libreto fueron escritos por Richard Wagner durante los años 1848 a 1874, son veintiséis años de proceso.

En el acto final ya está el desenlace de esta parte de la tetralogía, introduciendo a Siegfried fruto del incesto entre los dos hermanos gemelos. Este acto es poético y de gran potencia visual, la nieve de nuevo, el fuego. El castigo de Wotan a su predilecta hija Brunhilde, con sentimientos encontrados entre el deber y el amor por su hija, entre la ira y el perdón. Brunhilde que se encuentra entre los dioses y los humanos debe apelar a su padre a que la perdone, pues sus actos fueron actos desde el amor. Todo es inútil y su destino ya está escrito, el castigo es implacable y el ocaso de los dioses cada vez está más cerca.

REPARTOS: Stuart Skelton y Christopher Ventris (Siegmund); René Pape y Ain Anger (Hunding); Tomasz Konieczny y James Rutherford (Wotan); Adrianne Pieczonka y Elisabet Strid  (Sieglinde); Ricarda Merbeth y Ingela Brimberg (Brünnhilde), secundados por Daniela Sindram (Fricka) y las ocho valquirias.

AGENDA – ACTIVIDADES PARALELAS.

21 de marzo a las 20.00 horas | Teatro Real, sala principal

Música en blanco y negroI – Proyección de la película muda La muerte de Siegfried, primera parte deLos nibelungos, de Fritz Lang, en la que la Orquesta Titular del Teatro Real interpretará la partitura original de Gottfried Huppertz escrita para acompañar el film, bajo la dirección de Nacho de Paz.

28 de marzo a las 20.00 horas | Teatro Real, sala principal

Música en blanco y negro II – Proyección de la película muda La venganza de Krimilda segunda parte deLos nibelungos, de Fritz Lang, en la que la Orquesta Titular del Teatro Real interpretará la partitura original de Gottfried Huppertz escrita para acompañar el film, bajo la dirección de Nacho de Paz.

16 de febrero a las 12.00 y a las 17.00 horas | Teatro Real, Sala Gayarre

¡Todos a la Gayarre! – Talleres para toda la familia, con dirección y presentación de Fernando Palacios. Cabalgando por los aires: dioses, semidioses, humanos y sobrehumanos en un mundo mágico. 

20 y 27 de febrero, a las 18.00 horas |Museo Lázaro Galdiano

Visita guiadaUn wagneriano coleccionista de arte. Recorrido único por el Palacio de Parque Florido. Visita en la que se rastrearán los gustos musicales de José Lázaro Galdiano, sus vínculos con la Sociedad Wagneriana y las sorprendentes relaciones entre la Colección Lázaro y el mundo de la ópera.

15 de febrero a las 16.30 y a las 17.30 horas | Museo Naval

Visita teatralizada – Sigfrido, al igual que Elcano, fueron dos aventureros cuyas aventuras en el mar son dignas de una ópera.

Imprescindible para los Wagnerianos y ateos… 😉 BGD

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  1. Michael

    Thank you so much BDG. I really enjoyed your article. Keep up the good work!! Michael

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