El Teatro Real estrena la nueva andadura 2019/2020 con el Don Carlo del 18 de Septiembre al 6 de Octubre. A la batuta el Maestro experto en Verdi, Nicola Luisotti. Es la versión de Módena en esta ocasión, última versión escrita por el autor italiano antes de su muerte el 27 de Enero de 1901.
Giuseppe Verdi compuso 26 óperas, el Don Carlo es su 23ª ópera, es la más larga de su catálogo, además el Don Carlo se sometió a numerosas revisiones en lapsus de 20 años, el compositor escribió diferentes versiones intentando encontrar un equilibrio entre la música y el libreto. Es ésta la versión que más interesa al Maestro Luisotti, pues es la última del compositor. Nicola Luisotti, triunfó la pasada temporada con el Turandot, de Puccini, dirigirá su cuarto título verdiano al frente del Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real.
Estará al frente de los tres repartos, cuyos cantantes, mayoritariamente conocidos por el público del Real, se alternarán en los papeles del sexteto protagonista; Marcelo Puente, Andrea Caré, Alfred Kim, y Sergio Escobar (Don Carlo); Maria Agresta, Ainhoa Arteta y Roberta Mantegna (Elisabetta de Valois); Luca Salsi, Simone Piazzola y Juan Jesús Rodríguez (Rodrigo, Marqué de Posa); Ekaterina Semenchuk, Silvia Tro Santafé y Ketevan Kemoklidze (La princesa de Éboli); Dmitry Belosselskiy, Michele Pertusi y Dmitry Ulyanov (Filippo II); y Mika Kares y Rafal Siwek (El Gran Inquisidor).
En la dirección de escena McVicar, Jones y Reiffenstuel, logran crear una atmósfera que representa la austeridad y tensión psicológica extraordinarias, donde hace que el espectador entre completamente en el clima opresor de la España del siglo XVII, donde los personajes con los vesturios contrastan dos Cortes, la austera España, con la más coloridad Francia. En Don Carlo, más que otras obras de Verdi, los sentimientos son contradictorios y complejos, con implicaciones éticas y morales que se alejan de una dicotomía entre lo bueno y lo malo de otros títulos del compositor. En Don Carlo, lo malo no es condición negativa sine qua non. Es el deber el que manda y no está visto como algo malo.
Los cinco actos se reparten de la siguiente forma; Actos I, II, y III en una primera parte de duración 1 horas 55 minutos. Actos IV y V en la segunda parte de 1 hora aproximadamente. Entre ambas partes un descaso de 25 minutos.
El tema de la ópera de Don Carlo apela a muchos temas profundos. El valor del deber por encima del amor, el abuso del poder por encima del amor, el amor por encima de todo lo anterior, de forma que unos hacen uso de ese poder para obtener el amor que de otro modo no obtendrían y así vienen los celos. El poder sin embargo, un arma de doble filo, pues es absoluto, en el caso de Filippo II pero, imperfecto pues no tiene todo lo que desea y le hace traicionar a su propio hijo. El tema de Don Carlo es tan intenso que no le envidia nada de nada a las series de hoy día, tan de moda. Con el añadido de ir a la Ópera, sentarse en la butaca, música en vivo, la puesta en escena, la emoción e intensidad de los cantantes. En definitiva, una experiencia única y sin igual.
El siglo XVI y XVII en España da para mucho. La vida de Felipe II fue fascinante, su carácter difícil, su ferviente fe en la religión católica, su afán de conquista, ¡ojo! fue Rey de Inglaterra e Irlanda. La implantación de la Santa Inquisición, tan famosa hoy alrededor del mundo con cierto morbo. ¡Claro! son temas para una ópera muy golosos. En Don Carlo de Verdi, se toma esta época y ciertos elementos de la misma. Pero es una historia a parte, creada artístiscamente. En el Don Carlo, Verdi expone a un Rey duro, implacable, serio, rígido e impenetrable. Cuando Elisabetta es prometida a su hijo Carlo, el Rey no duda en arrebatársela por que se ha encaprichado de ella. Ya es demasiado tarde por que el amor había surgido entre Carlo y Elisabetta. Sin embargo, ésta no puede, ni mucho menos, negar al Rey y parte a casarse con él a España. Elisabetta así pasa de ser amante de Don Carlo a ser su madre.
Sin revelar mucho más, tenéis que ir a verla. Los ingredientes son explosivos para un desarrollo increíble y un final espeluznante. Todo ello, aderazado con una puesta en escena sobria y una iluminación inesperada muy efectiva. El vestuario es extraordinario, las telas, los acabados, el ambiente es totalmente evocador de aquella época, que concuerda con la crueldad de la historia. El reparto, sus voces, son de lujo. Mirad los días en los que los tres repartos están dispuestos. Os dejo el link a la página del Teatro Real para que os sea más cómodo. Aquí. Podréis encontrar los días con los repartos, para aquellos que queráis escuchar a la muy conocida Ainhoa Arteta en el papel de Elisabetta. Deciros que los tres repartos son fabulosos. Además también las muchas actividades paralelas muchas de ellas gratuitas que ofrecen en diversos puntos, desde museos a visitas a monasterios etc.
¡Animaros! a que la véais, para muchos expertos es la obra maestra de Verdi. Siempre nos gusta destacar algunas palabras del director artístico del Teatro Real, Joan Matabosch:
«En Don Carlo los personajes están implicados en conflictos que son a la vez personales y políticos, privados y públicos. De los seis personajes solo el Gran Inquisidor es estrictamente una figura política unidimensional; y quizá, la Princesa de Éboli pueda ser vista también como un personaje con una sola dimensión, en este caso privida, aunque finalmente acabe envuelta, contra su voluntad, en conflictos políticos. Todos los demás sujetos relevantes del drama son, a la vez, políticos y privados. La claudicación de Elisabetta para casarse con un hombre que no ama es un acto de resposabilidad: cede porque siente que está en sus manos finalizar una guerra y establecer la paz»
Brillante el análisis de Joan Matabosch. ¡No os la podéis perder! Si no tenéis entrada para el estreno del 18, que van Don Felipe VI (en este caso) 😉 y Doña Letizia. No os preocupéis que tenéis hasta el 6 de octubre y ver al Maestro Nicola Luisotti es un placer para los amantes de la música.
Nos vemos en los Teatros 😉 BGD
