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Teatro

«Las Bárbaras» En la sala Francisco Nieva, del Teatro Valle-Inclán. Hasta el 24 de Noviembre.

La trama la desarrollan cuatro mujeres en un bar de un hotel. Se encuentran ahí con motivo de la muerte de Bárbara, la sobrina de una de ellas, amiga del grupo. La joven reúne allí a su tía y amigas de ésta, ya cerca de los sesenta, para que debatan sobre sus vidas y su significado en las diversas elecciones que cada una ha tomado. Hijos, carrera, sacrificios, anhelos, frustraciones, todo ello será punto de partida de una noche que no van a olvidar nunca.

Es una obra de mujeres para mujeres y hombres, escrita por una mujer Lucía Carballal, dirigida por una mujer, Carol López e interpretada por cuatro actrices: Ampara Fernández, Mona Martínez, Ana Wagener y María Rodés. El texto es dinámico y con cierta ironía, con un gran fondo de cuestiones elementales, de la maternidad, la vida, la felicidad, los valores, el envejecimiento. La obra plantea ciertos temas que son los de siempre, pero que, sin embargo, al no haber sido aún superados siguen siendo aptos para material de teatro, cine, etc…

Ana Wagener

¿Porqué las mujeres siempre están en el punto de mira de cualquier «toma de decisiones»? Cuando una mujer decide no ser madre, se la cuestiona, cuando una mujer decide serlo, también, cuando se separa y deja a los hijos con el padre, horror, eso se la estigmatiza. Por contra, al hombre, se le mira menos con lupa, es más libre para equivocarse, y absolutamente más libre de tomar decisiones controvertidas por que no se le va a juzgar tanto. Sí que es cierto que hoy día, al hombre se le toma poco en serio cuando él es quiendecide quedarse en casa al cargo de hijos etc y su mujer/esposa, trae el dinero a casa. Entonces; ¿en qué quedamos? Por un lado queremos cierta igualdad, y por otro, somos nosotros mismos quienes estamos juzgando acciones en pro de esa igualdad.

En la obra expone claramente ese prejuicio, en las conversaciones entre las tres amigas. Todas ellas se miran reflejedas en el espejo de la otra, en una comparación fútil y macabra que sólo les crea ansiedad. La perturbadora seguridad de una de ellas, quien para nada se siente culpable de sus decisiones, es más, lo haría otra vez. Dejar una carrera brillante por la familia, y la gloria del marido, es algo que su amiga no puede entender. Aún así, en las diferencias que las separan, las une la incapacidad de ser felices y el pasado glorioso de la juventud, que quieren recuperar. La búsqueda continua de la satisfacción que la sociedad nos exige, ser profesionales, madres, y buenas… esposas, amigas, sexy, elegantes, estar delgadas…. una presión que la mujer también se impone a sí misma.

Los cambios de paradigma social y educacional no es cosa de hombres o mujeres, es cosa común y así ha de tratarse, socialmente. Tenemos que dejar de castigar más por ser mujer a alguien que toma una decisión (y esto va también para las propias mujeres quienes castigan a otras por sus decisiones), que por otro lado, sólo le corresponde a esa persona. Parece que en la actualidad de hoy en el siglo XXI, vamos a paso de cangrejo, como diría el gran Umberto Eco. Las cimas conquistadas se están viniendo abajo, los jóvenes de nuestra era son más parecidos a nuestros abuelos y abuelas que a sus padres ideológicamente. Estos parámetros se aprenden a través del cine, video juegos, redes sociales etc… el teatro es un espacio excelente para poder hacer la típica katarsis. Animamos a que llevéis a vuestros hijos e hijas adolescentes al teatro, a esta y otras obras. Hay propuestas muy interesantes y textos de dramaturgos jóvenes y consagrados que son maravillosos.

Nos vemos en los Teatros!!! 😉 BGD

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