Una clásica novela rusa pasada por el teatro con maestría.

«El Idiota» Teatro María Guerrero. Hasta el 7 de Abril. Dirigida por Gerardo Vera. Adaptación de la novela de Dotoievski por José Luis Collado.

Hace dos siglos que Fiódor Dostoievski escribió esta novela «El Idiota» que representa hoy día una obra esencial de la literatura universal. Novela íntima para Dostoievski dado que su protagonista padece de una condición que él mismo padecía, la epilepsia. Condición que sufre este personaje que determina en parte toda su vida y la de los demás. El príncipe Myshkin es «el idiota» interpretado por Fernando Gil. Nos ofrece dos horas de interpretación cuasi constante en escena maravillosas. No es fácil. Ni interpretar a un epiléptico sin serlo, ni tampoco adaptar al teatro una novela de estas dimensiones. El resultado es; extraordinario.

Es fácil burlarse del que aparenta ser débil. Lo difícil es vivir en el cuerpo de un epiléptico. La fortaleza interior que tiene el Príncipe Myshkin es brutal, no sólo por su condición sino, por que tiene que ir lidiando con la condescendencia de los demás y el rechazo de la gente. Este personaje sobrevive a lo imposible, nos recuerda a ese Claudio de Graves que por su cojera y aparante estupidez sobrevive a todos los emperadores, alzándose como emperador él mismo. Nuestro «idiota» también va poco a poco alzándose a los demás. De alguna manera les da lecciones de moral y de vida a todos sin que éstos se den cuenta . Con su bondaz y candidez infinita va ablandado el carácter de los que le rodean. Ni el más abyecto de los personajes como Rogozhin (Jorge Kent) se le resiste, la ternura termina ganándole terreno a la maldad y al odio.

El príncipe Myshkin es huérfano, pobre y «enfermo». Desde Suiza donde se está trantando la epilepsia vuelve a San Petersburgo. Contacta con la única pariente que conoce la generala Yepanchina interpretada por Yolanda Ulloa. Así es el comienzo de lo que será su destino. Va introduciéndose en el círculo de la generala resolviendo aconteceres y conflictos que surgen del alma humana. En «El Idiota» hay de todo lo que tiene que haber en las grandes historias de la literatura universal, amor, odio, venganza, celos, avaricia, mezquindad, mentiras, y amor mucho mucho amor.

Que no se preocupen los que no hayan leído la novela, por que esto es una adaptación en sí misma que respetando la historia y el hilo conductor de la esencia del Maestro. La obra está en manos de otro gran Maestro del Teatro, como es Gerardo Vera. Y como ya hemos dicho la adpatación del texto corre a cargo de José Luis Collado. Se rodea además de un elenco de actrices y de actores que generan una química en el escenario electrizante e ilusionante. Dos horas llenas de momentos geniales, el ritmo de la escena es constante, no da lugar al aburrimiento.

La puesta en escena siendo utilitarista, no hay más de lo necesario, es muy efectiva y ayuda a los actores y actrices a jugar con los elementos de forma imperceptible para el espectador. La simbología intelectual y los guiños que el director (gran conocedor del autor ruso) hace a través de las imágenes es sólo para iniciados en Dostoievski pero funciona para lo no iniciados por que ante todo es bella. Gerardo Vera tenía muy claro que iba a ser de época, pero desde su perspectiva, «la novela permite hacer una cosa muy contemporánea»; Gerardo Vera. El vestuario que corre a cargo de Alejandro Andújar, es maravilloso, los vestidos satinados, los colores, los tejidos pesados de las lanas, las capas… colaboran con los actores y actrices a la plasticidad o a la quietud e incide en la coreografía en la escena.

La epilepsia, esa gran desconocida en el siglo XIX es un personaje más. Nuestro «idiota» tiene episodios muy violentos, pero las hay de todo tipo y niveles. Es todo un mundo. Hoy día no se la considera enfermadad como tal, si no, una condición. Una explosión de neuronas que generan un eléctrico cortocircuito y a continuación un colapso de más o menos intensidad. La epilepsia viene del mismo modo que se va. Un epiléptico no nace, se hace. Y hay casos que aparecen ya a la avanzada edad. Tiene mucho que ver con lo psicológico dado que atañe al sistema nervioso. El propio Dostoievski sufrió esta condición 18 años, su primer episodio fue después de la muerte de su padre (factor emocional con repercusión psicológica, desencadenante neurológico). En un pasaje de «El Idiota» lo describe así:

«Durante unos momentos antes de mi ataque, experimento una tal sensación de felicidad imposible de imaginar en un estado normal y del que otra gente no tiene ni idea. Me siento totalmente en armonía conmigo y con el mundo entero y esta sensación es tan fuerte y tan deliciosa que por unos pocos segundos de tal bendición daría uno gustoso diez años de la propia vida sino la vida entera…».

Lo que Dostoievski experimentó en aquellos momentos es previo a uno de sus episodios pero, lo que es muy curioso es, que eso que él experimentaba y bien así describía en «El Idiota», es precisamente lo que llega a experimentar un monje Zen o Budista al llegar al Nirvana o Samadhi. El momento cumbre más buscado de los que buscan la elevación de la mente es lo descrito por un epiléptico.

El reparto es elegido con las vísceras, funciona a la perfección. Marta Poveda en el papel de Nastasia, mujer controvertida, punto de unión entre personajes. Vicky Luengo es Aglaya, esta joven interprete es ya un referente en la escena teatral española. Abel Vitón es Afanasi, Ricardo Joven es el General, Kolia es el actor Fernando Sainz de Maza, Gavrilia es Alejandro Chaparro. Estos últimos son jóvenes actores que vienen pisando fuerte interpretan sus personajes, entre los grandes en el cartel, muy bien.

Luego no digáis que no os lo dije. Id a ver «El Idiota» por que luego ya no va a ser posible. La recomendamos mucho. Es el placer de ver Teatro. Hasta pronto!!! Nos vemos en los teatros!!! 😉 BGD