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«La Concepción del mundo» «Dios con la Ciencia»

La concepción del mundo no es ciencia, es más bien, principios de la razón, la conducta de los sujetos con sus antipatías y simpatías ante ciertas ideas o/y personas. En definitiva; vida cotidiana. ¿Cuánto de esa vida cotidiana comienza a ser cultura, costumbre? Entiéndase cultura como un valor colectivo implantado en una sociedad. Y, ¿cuántos de esos valores unificadores en una sociedad comienzan a plantearse como concepto de «un mundo» y tiene o busca su base de sustento en lo científico-positivo?
En nuestra cultura grecorromana se presentan concepciones religiosas-morales o de sistema filosófico como característica del siglo XIX. Esta filosofía sistemática disminuye a favor de la ciencia o lo científico. Dado que la filosofía como tal no es demostrable del mismo modo «positivo» que la ciencia, pues presenta planteamientos lógicos razonables no tan objetivos y más subjetivos. Desde luego más cuestionables desde el punto de vista de la perspectiva histórica con que se miren.
En la Edad Moderna las previsiones de la filosofía pasan a un segundo plano creyendo que en la sociedad actual existe la necesidad de conceptos demostrables físicamente, científicamente. Cuando quizá la realidad es que nunca antes hubo tanta necesidad de filosofía en la sociedad.
Conocimiento intersubjetivo, son personas preparadas intelectualmente que entienden el «mundo» bajo unos mismos parámetros. Así pues, la filosofía carece de esos rasgos como decíamos anteriormente, son planos más abstractos, si se quiere, del conocimiento. Pero no por ello menos veraces.
El entendimiento del «mundo» aplica un sistema de verificación o falsificación con argumentos analíticos; deductivos (hipótesis) e inductivo-probalitarios, elementos que puedan variar el resultado del análisis.
Una cosa es como vemos el mundo desde una óptica real, y otra distinta verlo desde el conocimiento científico positivo. Aquí debemos tener en cuenta diferentes factores y usar otra «vara de medir» en principio más exacta.

La concepción marxista del mundo; Es más materialista (real) no se basa tanto en elementos positivos. Hay una tendencia simplificadora. Engels expone el conocimiento filosófico como no superior a la ciencia más bien como un nivel dentro de la misma. Dentro del conocimiento científico. La interacción entre fenómenos es la base de la explicación de dichos fenómenos, es el hacer científico. El materialismo es una de los principios fundamentales, lo que Engels llamó «concepción comunista del mundo». La dialéctica sería otro principio, que implica ciertas limitaciones del «hacer» científico-positivo. Ciencia positiva, es la metodología analítico-reductiva, es el paso de lo complejo a lo simple, a modo de «navaja de Occam» con tendencia a pasar por alto conceptos de contenido cualitativo. El análisis reductivo tiene un cierto éxito en la ciencia. Por lo anteriormente expuesto, la reducción de elementos más complejos hacia cierta homogeneidad desprovista de elementos cualitativos. El pensamiento en el campo dialéctico es precisamente el de las verdades concretas. Comprender esas verdades, aquello que la ciencia positiva no puede recoger. La dialéctica materialista consiste en recuperar lo concreto sin que estén presentes datos fuera del análisis reductivo. El resultado es individualista dentro de unos «todos naturales». Análisis en lenguaje marxista es una situación concreta, analizar ésta individualmente.

Dios y la Ciencia

La ciencia es aquello empírico, demostrable y universalmente reconocido. Todos hacemos igual una integral matemática. El problema es llegar a un acuerdo igualmente aceptado sobre las ciencias sociales. Hay pensadores que describen la ciencia como acción, esfuerzo, podríamos entonces ver cualquier ciencia social como ciencia. Pero es más complicado que todo eso. En las ciencias naturales se parten de teorías que pueden ser contrastadas por científicos de cualquier parte del planeta y ver que están correctas y que son verídicas. En las ciencias sociales se partiría de teorías de las cuales, no cualquier individuo suscribirse a la misma, sino, más bien por el contrario poseer una completamente distinta. Digamos que la fórmula de la aspirina será igual aquí que en Tombuctú pero, la idea del Realismo político en las Relaciones Internacionales…. (por poner un ejemplo no ajeno a la disciplina de quien escribe) será otra cosa que admita debates. El científico social parte de la teoría de la cual extrae conceptos, propuestas que traduce en términos operacionales. De éstos deduce unas variables empíricas las que se clasifican en conceptos o ideas sobre el objeto de estudio. Todo esta «teoría» está bien pero….. Puede haber otro científico social que partiendo de la misma hipótesis llegue a conclusiones diferentes, la cuestión más que debatir sobre si es ciencia «lo social» diríamos que se enriquecen las teorías con las diferentes posturas e ideologías que sesgan la investigación de un/una científico/ca social. Toda ciencia ha de ser demostrable si no, no sería ciencia. Lo social aquí tiene un campo minado. En la explicación de la realidad el científico puede no tener una visión de la misma igual que otro. Llevar la ciencia a la praxis es quizá la llave que nos ayude a entrar en porqué y para qué? No se hace ciencia siempre para llevarla a la praxis sino que el para el mero conocimiento, la búsqueda de la verdad, ¿qué verdad? ¿de quién? El científico no debería trabajar para la utilidad de la ciencia sino por el hecho de conocer de demostrar. La utilidad vendría luego.

Dios y Ciencia es un título de un libro escrito por Jean Guitton, «Dios y Ciencia pertenecen a mundos tan diferente el unos del otro que nadie soñaría siquiera en correr el riesgo de aproximarlos». En libro se mantiene un amplio diálogo con dos astrofísicos acerca de los puentes que podría haber entre dios (relegión también en general) y ciencia. Los dos astrofísicos son los hermanos Igor y Grichka Bogdanov. Aunque bien es cierto que existen opiniones totalmente contrarias a estos postulados, son muchos los científicos que no se quieren enemistar con dios. Paul Davis escribía que «en la actualidad la ciencia proporciona un camino más seguro para llegar a dios» aunque también decía que ese puente podría ser muy personal. El universo como punto de encuentro pues allí miramos al invocar a dios, y es el origen del mismo el que explica el origen mismo de los seres humanos y la vida en nuestro planeta (quién sabe si en otros…). La teoría del universo-máquina de Laplace- Einstein, para dar cabida a la hipótesis del modelo materialista realista. Lo material y lo espiritual, por primera vez pronunciado por Santo Tomás de Aquino.

En el libro de Guitton, se apunta que la ciencia plantea cuestiones que hasta el momento, pertenecían a la teología o a la metafísica. El mismísimo Stephen Hawking no pensaba que el universo habría sido creado por un ser superior, opinión opuesta a Guitton. Ambos decían supuestos que no estaban en condiciones de afirmar totalmente. El debate de creer en un dios superior omnipotente creador del universo aún está encima de la mesa, aún teniendo todos los medios tecnológicos para ver indicios del «Big Bang» hace 15.000 millones de años aproximadamente, los creyentes piensan: «Ya pero, ¿quién lo hizo posible?» Y es que las preguntas están todavía sin contestar categóricamente. ¿Qué existía antes del Universo? ¿Qué había antes del Big Bang? Hawking decía que: «Las leyes de la física pueden explicar el universo sin la necesidad de Dios«. Entonces, para que nos sirve dios a los seres humanos. Quizá dios cubra un vacío existencial que de otro modo volvería locos a algunos, donde no hay respuestas absolutas, dios lo explica todo, y eso da mucha calma. «Pues la acción de dios está muy por encima del tiempo»; Guitton.

Dios quizá sería un elemento más científico, por su componente hipotético a demostrar, es algo inmaterial atemporal, la acción de la fe, hace posible creer en algo sin haberlo visto, nos basamos en nuestras sensaciones (nos referimos a los sensorial). De ahí también la necesidad de la Filosofía, dado que ésta plantea preguntas y reflexiona sobre lo inmaterial y espiritual y lo conceptos materiales palpables. La filosofía piensa en aquellos vacíos que la ciencia exacta tampoco puede aún dar respuestas o sus respuestas son múltiple, a las preguntas que desde la religión tampoco se puede dar una respuesta clara y contundente. La filosofía no lucha contra dios o la ciencia, la debate, la piensa, quizá la teoriza, pero sin duda existe un diálogo posible entre ambos. ¿Será pues la filosofía este puente que una Dios y Ciencia?

«…Y para iluminar su camino entre las tinieblas, para adaptarse a la muerte, este animal tan bien adaptado a la vida no tiene más que dos faros; uno se llama religión; el otro, ciencia.» Libro; Dios y la Ciencia, Jean Guitton

BGD

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